Las mujeres ocuparon un rol central y protagónico en la exportación de arte latinomaericano hacia Europa y el resto de los continentes.
Las mujeres provenientes del arte latinoaericano marcaron una huella en la historia de la región. Por eso, en esta nota te contamos quienes fueron las más destacadas, que incluso llegaron a potenciar sus obras en todo el mundo.
Las mujeres más reconocidas del arte latinoamericano
- Tarsila do amaral
La primera de ellas es brasileña y se llama Tarsila do Amaral, una de las pintoras más reconocidas en todo Brasil. Proviene de la corriente modernista de San Pablo y se destacó por su trabajo tanto en Europa como dentro del país.
Las pinturas de Tarsila do Amaral se caracterizan por sus formas planas, sus espacios fracturados y sus cuerpos distorsionados. Se trata de una técnica única en Brasil, lo que la llevó a ser galardonada mundialmente a través de sus obras.
En sus obras se pueden encontrar escenas de la vida cotidiana de Brasil y el resalto de los cuerpos femeninos, una marca típica de sus cuadros. Dichas pinturas están inspiradas en el movimiento de antropofagia de Brasil, el cual empujó a los artistas a buscar un nuevo estilo y a “canibalizar” el arte.
- Mónica Mayer
Mónica Mayer es una pintora mexicana que se interesó en el feminismo y, a partir de ese activismo, plasmó gran parte de su arte y su obra. Su camino en el arte, casualmente, comenzó cuando escuchó a un grupo de hombres criticar la capacidad de creatividad de las mujeres.
A fínes de la década de 1970, la artista mexicana viajó a los Estados Unidos para continuar con su formación y partició de un taller feminista que definiría su forma de hacer arte. Allí, Mayer tuvo la oportunidad de interactuar con pioneros y pioneras de la cultura feminista.
En sus trabajos, se burla de las tradiciones propias de la normalidad sexual y remarca la importancia de los deseos de la mujer. Fundó grupos feministas y promueve la ideología a través de distintos medios.
- Marisol Escobar
Marisol Escobar es proveniente de Venezuela pero nació en París en el seno de una acaudalada familia. Así es como en la década del 60 vivió años en Nueva York, donde absorbió la cultura estadounidense del Pop Art.
Como les ha sucedido a muchas otras exponentes, su trabajo se veía recurrentemente opacado por las pinturas de otros artistas varones. Sin embargo, también se decía que recibía mucha más atención que Andy Warhol, el artista plástico y actor estadounidense.
Escobar creó esculturas lúdicas y satíricas mezcladas con influencias propias de los ensamblajes de Robert Rauschenberg y el arte precolombino. Sus figuras representaban famosos, familias cotidianas y elementos de su propio cuerpo.
- Marta Minujín
La artista argentina por excelencia, sin dudas, es Marta Minujín. En la década del 60 se encontraba inmersa en el Pop Art e incluso llegó a colaborar con el propio Andy Warhol. Sus creaciones estructurales estaban conformadas por felpa y brillantes ambientes de neón en donde se destacaba la participación activa y el contacto físico.
Dentro de los ejemplos que abarcan su obra completa, Minujín transformó colchones en formas abultadas en referencia al sexo, el cuerpo humano y el descanso. El objetivo principal de sus retratos es el de desinhibir a sus espectadores y sumergirlos en la extroversión.
Nació en Buenos Aires, en 1943, y fue conocida principalmente por sus destacadas obras vanguardistas de los años 1960, 1970 y 1980. Nació más puntualmente en el partido de Avellaneda, de la Provincia de Buenos Aires.
- Teresa Burga
Perú no podía faltar en la lista de países latinoamericanos que contienen a las artistas mujeres más destacadas. Teresa Burga, artista plástica, colocó al cuerpo femenino como el centro de su obra.
Sus pinturas, así como sus esculturas que muchos denominan como “lúdicas”, critican y cuestionan los estereotipos femeninos y las jerarquías patriarcales que se producen en el mundo del arte. Dichas jerarquías son un denominador común en los reclamos de las artistas que pretenden mayor visibilidad por su talento.
Su carrera comenzó en la década de 1960 en un contexto de crisis social, económica y política dentro del Perú. Los disturbios, a raíz del caos generalizado, acaparaban las primeras planas de todos los diarios.
En ese contexto, Burga enfatizó sus trabajos y presentaciones en el rol de la mujer, tanto en el mundo del arte como en la vida social de todas las personas. Fue miembro fundador del Groupe Arte Nuevo, encargado de presentar el Pop Art y los happenings.