Una de las 3 exposiciones temporarias finalizó el pasado 9 de febrero. Las otras 2 siguen por unos meses: una hasta abril y la otra hasta septiembre.
El arte latinoamericano vive un gran comienzo de año de la mano del Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry. El espacio cultural ubicado en Maldonado, Uruguay, arrancó el 2025 con 3 exposiciones temporarias. Las propuestas son diversas y hay opciones para todos los gustos: se centran en artistas internacionales cuyas obras comprenden dibujo, pintura, fotografía, escultura, instalaciones y más.
John Baldessari: El fin de la línea
- Del 4 de enero al 9 de febrero.
John Baldessari (1931-2020) es considerado un pionero del arte conceptual. Su carrera artística comenzó en los años 50 de la mano de la pintura. Sin embargo, el estadounidense pronto experimentó un giro estilístico y empezó a trabajar con fotografías, collages y textos, incluyendo estos medios en sus lienzos.
Su obra constituye un cuestionamiento de los límites de la pintura y de la idea de autor en las piezas artísticas. Baldessari se comprometió tanto con su propuesta que incluso llegó a incinerar buena parte de las obras que creó entre 1953 y 1966, antes de su período de madurez.
“El fin de la línea” es la primera exposición panorámica que se realiza sobre él en Sudamérica. Es una retrospectiva que fue posible gracias a la colaboración con el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires y con la Colección Craig Robins.
Las obras exhibidas en el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry fueron más de 40 y todas pertenecen al acervo de Robins, uno de los coleccionistas más notorios de la obra de Baldessari. Incluyeron pinturas, fotografías e instalaciones, y todas dieron cuenta del carácter influyente e innovador del artista estadounidense.
Anthony Caro: La escultura como composición
- Del 4 de enero al 15 de abril.
Anthony Caro (1924-2013) es uno de los escultores británicos más sobresalientes del siglo XX. Su influencia es significativa y trasciende el campo de la creación artística, ya que también se desempeñó como escritor y docente.
Dio clases en la St. Martin’s School of Art y escribió artículos que redefinieron la crítica de arte en Gran Bretaña y otros países. Como artista, tuvo una producción que se extendió a lo largo de 7 décadas, desde los años 50 hasta su muerte.
“La escultura como composición”, la exposición temporaria que presenta el MACA, tiene un carácter conmemorativo ya que se da justo en el centenario de su nacimiento. El homenaje reúne esculturas de todas sus épocas, lo que permite a los espectadores ser testigos de su desarrollo como creador.
La antología de esculturas incluye obras que abarcan desde 1960 hasta 2013. La exhibición comprende además 2 dibujos de la primera etapa del creador: ambos dan cuenta de sus intereses tempranos y permiten apreciar el punto de partida de una trayectoria sin igual.
La exposición es organizada gracias al aporte de The Anthony Caro Center, organización que se encarga de preservar y promocionar el legado artístico del escultor británico.
Pablo Atchugarry: El color en mi vida
- Del 4 de enero al 18 de septiembre.
Pablo Atchugarry (1954) es uno de los artistas más internacionales de Uruguay. Cuenta con décadas de trayectoria y buena parte de su obra se centra en la escultura.
Sin embargo, “El color en mi vida” propone un abordaje distinto sobre su figura. La exposición temporaria se centra en sus primeros años como artista, en los que Pablo comienza su formación como creador y también como ser humano.
La muestra marca el retorno de Atchugarry a la pintura luego de más de medio siglo abocado a la escultura. Y propone contextualizar el crecimiento de un artista que desde hace décadas goza de una trascendencia global como escultor.
El propio Pablo confiesa que “no hay escultura sin pintura”. Y que con esta exposición busca recuperar esa identidad que pasa desapercibida o bien es desconocida.
También es un retorno a su hogar, a su infancia, a su crecimiento en Montevideo. El artista recuerda que, cuando era pequeño, su madre escribía y su padre pintaba. Acompañado por su progenitor, empezó a pintar cuando tenía 8 años y pronto descubrió que el color era parte de su vida.
La exhibición del MACA ofrece pinturas y dibujos de la etapa temprana de Atchugarry. Al brindar información sobre sus comienzos, también propone al público la posibilidad de resignificar toda la obra construida durante las décadas siguientes.