Escena de un pesebre andino hecho en cerámica pintada a mano, con figuras de músicos, una mujer pensativa y animales como una llama y una oveja, enmarcados por un fondo decorado con motivos vegetales.

Rember Yahuarcani y el activismo indígena en el arte latinoamericano

La obra de Rember Yahuarcani ofrece una narración personal de los mitos, conocimientos y saberes de su cultura indígena. Sus piezas presentan personajes que van desde animales, plantas y seres humanos hasta dioses, espíritus y seres fantásticos.

El arte indígena contemporáneo es una de las manifestaciones más singulares del arte latinoamericano actual. Una de sus figuras más resonantes es Rember Yahuarcani, artista visual que nació en Perú y pertenece a la Nación Uitoto, al clan de la Garza Blanca de la Amazonia. Su obra aborda los mitos y los saberes de su cultura. También busca darle representatividad a una producción que queda excluida por la lógica de la academia y del mundo eurocéntrico.

Una familia dedicada al arte

Rember Yahuarcani nació en la localidad peruana de Pebas en 1985. Es miembro de una comunidad indígena amazónica. Integra la Nación Uitoto, del clan de la Garza Blanca.

Es artista visual y nació en una familia integrada por muchas personas abocadas a la expresión artística. En diálogo con la prensa, Rember explicó que sus padres al principio generaban obras pensadas para la demanda de los turistas. Y que a partir del 2003 se fueron profesionalizando.

Fue el mismo año en que él tuvo su primera muestra. Yahuarcani acumula más de 20 años de trayectoria y sus obras formaron parte de numerosas exhibiciones individuales y colectivas. Tanto en su Perú natal como en países de Latinoamérica, América del Norte, Europa y Asia.

Uno de sus momentos de mayor trascendencia se dio el año pasado, cuando fue elegido por Adriano Pedroza para la exposición principal de la Bienal de Venecia. Allí, Rember participó junto a su padre, Santiago Yahuarcani.

Su obra

Guillermo Garat define a Rember Yahuarcani como un artista-activista. Explica que aboga por los derechos de las cosmologías, culturas y poblaciones indígenas, y en especial de aquella a la que pertenece.

Yahuarcani lo hace a través de su arte. Sus obras presentan narrativas que dan cuenta de la mitología, los conocimientos y los saberes de su cultura. Comunican las cosmologías indígenas al mundo y al mismo tiempo funcionan como preservación de la memoria, transmitiendo historias a las futuras generaciones.

Rember reconoce que sus primeras obras tenían un componente bastante etnográfico y antropológico. Sus temáticas eran costumbristas y se centraban en las tradiciones. Cuando se dio cuenta de esto, se propuso trabajar más con la mitología de su nación. Y hacerlo desde un lugar más propio, personal. 

Posicionamientos

Su transformación artística dio lugar a que sus creaciones dejasen de ser consideradas objeto de estudio y que fueran valoradas más como obras de arte.

La evolución es estética y mantiene el componente político que siempre estuvo presente en Rember. El propio artista confiesa que concibe el arte indígena como un arte político. Y reconoce que crea a partir de un cuestionamiento a la mirada eurocéntrica y al mundo académico.

Guillermo Garat explica que la figura de Rember es doblemente disruptiva. Por un lado, pone en evidencia la falta de representatividad que tiene el arte indígena contemporáneo en la escena internacional. Por otro, deja al descubierto la vulnerabilidad de estas comunidades en un plano político y social.

Arte amazónico y arte indígena

Yahuarcani indica que el arte indígena contemporáneo representa para él la prueba de que la voz de sus ancestros se mantiene viva.

Agrega que es una forma de expresión de la voz de su pueblo. Una manera de comunicar sus demandas históricas. Y que es además una herramienta para combatir los estereotipos y los prejuicios que pesan sobre las comunidades indígenas, afectando su desarrollo y la representatividad. 

Algo similar expresó hacia fines de 2024 cuando expuso su muestra Juma en el Museo Marco de La Boca, en Argentina. En aquella oportunidad, destacó que las instituciones culturales muchas veces le dan un carácter exótico o folclórico al arte indígena, reproduciendo diversos estereotipos y manteniendo a sus representantes excluidos del centro de debate.

El artista visual remarcó por último la diferencia que existe entre arte amazónico y arte indígena. El primero está representado por habitantes de la Amazonia. Pero pueden ser europeos, mestizos, académicos y demás. Y al no ser indígenas, sus prácticas pueden resultar igual de estereotipantes y excluyentes que otras.

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