La Bachué de Rómulo Rozo se inspira en la diosa indígena de los chibchas. Mide 1,70 metros y recupera el valor de lo precolombino en el arte moderno. Es una pieza clave para las vanguardias artísticas de la época en que fue creada y expertos sostienen que no se le dio el valor que merecía.
Eduardo Costantini sacudió el mundo del arte latinoamericano con su nueva compra: adquirió la Bachué de Rómulo Rozo para la colección del Malba. La famosa pieza del escultor colombiano formará parte de los festejos por el 25° aniversario del museo, en una exposición especial que comenzará en septiembre de 2026.
La noticia
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires acaba de sumar una nueva pieza a su acervo. Se trata de la Bachué de Rómulo Rozo, una de las mayores obras del escultor colombiano y una de las piezas más polémicas de la tradición reciente de su país.
La escultura mide 1,70 metros y se inspira en la diosa indígena de los chibchas. Es considerada una obra maestra y una pieza clave en la evolución de las vanguardias artísticas colombianas de hace 100 años.
Su dueño desde el 2008 era el galerista antioqueño José Darío Gutiérrez. Su reciente comprador es Eduardo Costantini: se sabe que la operación se concretó a comienzos de agosto, pero se desconoce el monto que invirtió el argentino.
La palabra de Costantini
El fundador y presidente honorario del Malba dialogó con El País y explicó con orgullo que la Bachué llegará a Buenos Aires durante el mes de noviembre, ya que ahora se encuentra en la Bienal de Venecia.
Costantini reveló que espera con ansias el momento de ubicar la escultura en un espacio público. Al respecto, expresó que es algo que merece tanto la obra como su autor.
También adelantó que la escultura formará parte de la exposición especial que se está organizando para septiembre de 2026, con motivo del 25° aniversario del Museo.
Las claves de la obra
Rodrigo Gutiérrez Viñuales es catedrático de Arte Latinoamericano en la Universidad de Granada y considera que la escultura de Rozo es una obra maestra.
La versión original mide unos 30 centímetros y fue esculpida y fundida en bronce. Luego, Rozo recibió un encargo por parte de un industrial colombiano que estaba instalado en la capital francesa. La nueva escultura, de 1,70 metros de altura, fue entregada en 1929.
La creación de Rozo adquirió una gran relevancia por la representación de la diosa indígena y también por lo que significó para las vanguardias artísticas de la época.
El historiador y crítico de arte Álvaro Medina sostiene que la crítica ha desempeñado un rol clave en su desvalorización. Tal es así que durante décadas se desconoció el paradero de la escultura.
El propio Medina revela un dato significativo. Dice que hacia el 2008 o 2009, el heredero de una familia vinculada al negocio del oro ofreció la pieza al Banco de la República y al Museo Nacional de Colombia. Y que ninguna de las instituciones mostró interés en adquirirla.
El artista
Rómulo Rozo Peña nació el 13 de enero de 1899 en Chiquinquirá, en el departamento colombiano de Boyacá. Fue orfebre y escultor y se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes, y también en instituciones de Madrid y París.
Su obra se encuentra ligada de forma estrecha con las culturas precolombinas, con su simbología y la estética de sus diseños.
Conoció el éxito y también el desmerecimiento. Cuando en 1925 creó la primera versión de la Bachué, su nombre adquirió trascendencia a nivel internacional. Sin embargo, perteneció a una vanguardia que fue desprestigiada por la crítica y por cierto sector de la comunidad artística.
La polémica que generó su obra explica quizás por qué a sus dos esculturas tan famosas se le perdió el rastro durante varias décadas. Recién fueron localizadas por la Biblioteca Nacional de Colombia en 1974, para la primera exposición que se organizó sobre el trabajo de su autor, que había muerto una década antes.
A casi 100 años de la creación de la escultura, la obra de Rómulo Rozo vuelve a adquirir trascendencia mundial y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires promete revalorizarla poniéndola al alcance del público.