La visita de Abramović funcionó como apertura preliminar del nuevo ciclo de La Cuadra San Cristóbal. La artista serbia también se presentó en el marco de la feria Zona MACO 2025 y de la Semana del Arte en Ciudad de México.
El arte latinoamericano acaba de vivir un momento más que especial con la visita de Marina Abramović a México. La artista serbia se presentó en La Cuadra San Cristóbal y ofreció una performance, una conferencia y un taller. El tiempo, el arte y la muerte fueron algunos de los principales ejes conceptuales de sus propuestas. También compartió con la audiencia su conocido “Manifiesto sobre la vida de un artista”.
Un reencuentro esperado
Marina Abramović regresó a México luego de 35 años. La artista nacida en 1946 en Belgrado, Serbia, fue convocada para inaugurar un nuevo ciclo de La Cuadra San Cristóbal, el icónico enclave arquitectónico diseñado por Luis Barragán.
La edificación fue diseñada por el arquitecto mexicano durante la década de 1960. En 2024, la Fundación Fernando Romero la adquirió con el objetivo de conservarla y convertirla en un sitio para la experimentación artística.
La idea es que la inauguración oficial de La Cuadra San Cristóbal tenga lugar en octubre de este año, y que allí se instale una exposición permanente centrada en la vida y en la obra de Barragán.
La presencia de Abramović significó una especie de inauguración preliminar. La pionera de la performance arribó a México gracias a una gestión de la propia Fundación Fernando Romero y de Pablo León de la Barra, quien se desempeña como curador del Museo Guggenheim para Latinoamérica.
El arte es oxígeno
Durante su estadía en México, Abramović presentó una performance, ofreció una conferencia y estuvo a cargo de un taller.
Toda su visita giró en torno a ejes conceptuales como el tiempo y la muerte. En la performance, Marina recitó su renombrado “Manifiesto de la vida de un artista”, que incluye una serie de afirmaciones.
Todas estas se refieren a los artistas y al vínculo que, según ella, deberían tener con el amor, con lo erótico, con el sufrimiento, con la depresión, con el suicidio, con los símbolos, con el silencio, con la soledad y con la muerte, entre otras cosas.
Abramović expuso su manifiesto ubicada en el centro de La Cuadra, sentada y luciendo un vestido negro que contrastaba con los coloridos muros del lugar. Mientras hablaba, 4 caballos con jinetes se movían a su alrededor, exhibiendo banderas con la expresión “El arte es oxígeno”, frase que a la vez es el nombre de la performance.
Limpiando el hogar
El taller brindado por Abramović se tituló “Cleaning the House” y estuvo centrado en acciones propias del Método de la artista.
Los asistentes debieron realizar una serie de ejercicios pensados para optimizar la concentración, la resistencia y el enfoque individual. La idea era llevar el cuerpo y la mente a un estado de quietud y calma. Para esto, debían abstenerse de acciones tan elementales como hablar y comer.
Gabriel de la Mora, artista mexicano nacido en 1968, fue uno de los participantes. Reveló que los asistentes del taller fueron en total 15 y definió la actividad como un punto de quiebre en lo que fue la Semana del Arte.
También compartió que debió someterse a un cuestionario y a una entrevista durante el proceso de selección. Finalizado el taller, confesó que había adquirido una nueva concepción del presente y del momento en que se vive.
Elefante en la habitación
El paso de Abramović por México no se limitó solo a La Cuadra San Cristóbal. La artista serbia también presentó “Elephant in the Room”, una muestra que se pudo visitar en Laguna y en el marco de la Semana del Arte.
“Elephant in the Room” es una colección que Marina diseñó en colaboración con La Metropolitana. Comprende piezas de mobiliario que buscan profundizar en la relación entre el arte y el diseño, y en buscar las verdades ocultas de los objetos.
Marina Abramović se refirió a la muestra como “metáfora, poesía y juego”. Como su nombre lo indica, el objetivo es problematizar sobre realidades incómodas que son negadas a pesar de su presencia evidente.