La exposición más reciente de Stefan Brüggemann se llama “Dos Líneas (Fe)” y fue exhibida en México y España. Presenta un contraste entre tradición y contemporaneidad a partir del uso de materiales como pan de oro y aerosol de graffitis.
Stefan Brüggemann es uno de los representantes más globales del arte latinoamericano. Nacido en México, tiene ascendencia alemana, y se desempeña en países como España e Inglaterra. Se destaca entre otras cosas por su versatilidad: trabaja con pintura, dibujo, escultura, video e instalaciones. Su obra es provocadora: cuestiona ante todo la sociedad de consumo y la influencia de los medios de comunicación.
Un artista global
Stefan Brüggemann nació en México en 1975. Por parte de su madre tiene ascendencia mexicana y por parte de su padre posee raíces alemanas. Ambos arqueólogos, acompañaron su decisión de ser artista y lo apoyaron en la construcción de una carrera que lo llevaría a distintos países del mundo.
De joven vivió en Londres y en la actualidad divide su tiempo entre España y México, entre otros países. Durante su visita a Arte en Diálogo, el podcast que conduce Lorena Pérez-Jácome, confesó que su peregrinaje es en parte reflejo de cómo se mueve el mundo, y que responde a la intención de estar en todos los lugares al mismo tiempo.
Con décadas de trayectoria, acumula numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas en distintos países. Algunas de sus obras se encuentran en colecciones públicas de Estados Unidos, Suiza, España, Grecia, Letonia y México.
Una mirada particular
Brüggemann sostiene que su comienzo como artista profesional se dio cuando tenía 14 años. Por entonces pintaba acuarelas y diseñó una firma que mantiene hasta el día de hoy.
Si bien pasó por instituciones como el Centro Nacional de las Artes y la Academia San Carlos, ambas en México, considera que las escuelas de arte no deberían existir.
Sostiene que el arte tiene que ver con la libertad y que la misma se ve restringida ya que una escuela transmite una determinada manera de hacer las cosas. Apostando por una posición autodidacta, cree que la carrera de todo artista es por esencia solitaria y que, en todo caso, los estudios convencionales deberían tomarse en otras disciplinas como filosofía y arquitectura.
También opina que, para la formación de un artista, es clave perderle el miedo al ridículo y aprender a convivir con el rechazo. Destaca el valor de la persistencia, de encontrar la singularidad propia y sostenerse en ella.
Además, remarca la importancia de establecer diálogos con otros artistas. No solo para aprender, sino también para establecer redes que generen oportunidades de trabajo, de visibilidad y más.
Las claves de su obra
Stefan es un artista multidisciplinario. Trabaja con diversas técnicas y a veces lo hace con varias de ellas en simultáneo. Es dueño de un estilo singular que combina post conceptualismo con minimalismo. A diferencia de artistas conceptuales de décadas pasadas, no rechaza del todo ni la materialización ni la comercialización del arte.
Su obra es provocadora y por momentos presenta un sentido del humor muy particular. Sus principales críticas se refieren a la sociedad de consumo y a la influencia de los medios masivos de comunicación.
El lenguaje verbal es uno de los elementos más disruptivos de su obra. También es uno de los más recurrentes: Brüggemann trabaja con textos desde sus comienzos y los inserta en sus piezas con fines de forma y también de significado.
La necesidad de dudar
El mexicano nacido en 1975 confiesa que su principal objetivo como artista es generar dudas en el espectador. A partir de la espontaneidad y la libertad creativa, busca activar interrogantes en el público.
De esta manera ubica al espectador en un lugar activo. Y también estimula su propia libertad: la de pensamiento, sensibilidad e interpretación.
Brüggemann dice que si una obra despierta interrogantes, el espectador debe responder pensando, intentando completar una pieza de carácter abierto. Es algo que tiene en cuenta al momento de manifestar sus creaciones y de plasmar su mirada crítica.
Lo más reciente
En febrero del año pasado, Brüggemann presentó en el Museo Nacional de Arte de Ciudad de México su exposición más reciente: Dos Líneas (Fe). Meses más tarde, en septiembre, la exhibición llegó a España gracias a la Casa de México.
Con curaduría de Mathieu Copeland, Dos Líneas (Fe) presenta algunos de los grandes intereses del autor. Sobresale ante todo por el contraste que genera a partir de los materiales: el pan de oro y el aerosol de graffitis. Con esto, Stefan logra una contradicción entre tradición y contemporaneidad, un diálogo entre elementos diversos que es clave en las obras de arte.