La artista visual y curadora concibe el arte contemporáneo como una manera de entender el mundo actual. Piensa que no debe ser un nicho para unos pocos privilegiados. Por lo contrario, propone democratizar el acceso de las personas.
Karen Pazán Valencia representa al arte latinoamericano de diversas formas. Nació en Ecuador, vivió en Colombia y estudió y realizó gran parte de su trayectoria en Chile. Es artista, curadora y se destaca como gestora cultural. El 2024 la encontró trabajando en la nueva edición de la Bienal Internacional de Artes de Valparaíso, evento que volvió luego de 30 años.
Una artista latinoamericana
Karen Pazán Valencia nació en Ecuador en 1975. Durante los años 80 vivió en Colombia y luego se instaló en Chile, donde cursó sus estudios y dio vida a gran parte de su obra artística.
Estudió fotografía en la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso. Luego, se recibió de Licenciada en Artes Visuales en la Universidad de Chile y se capacitó en Educación en la misma institución.
Es artista, curadora y gestora cultural. Trabaja con fotografía, collage, escultura y objetos. Su obra se ha exhibido en numerosas exposiciones individuales y colectivas, tanto en Chile como en otros países del mundo.
Sus aportes al ámbito artístico no se limitan a sus creaciones: Pazán Valencia también es conocida por sus amplios conocimientos en la materia y por la capacidad con la que los transmite al gran público.
El regreso de la Bienal de Valparaíso
Luego de 30 años, Chile volvió a vivir una nueva edición de la Bienal Internacional de Artes de Valparaíso. La misma tuvo lugar entre el 19 de abril y el 16 de junio en distintos espacios de la ciudad y giró en torno al concepto de “Territorios y ciudadanías críticas”.
La importancia de la Bienal se encuentra en el evento en sí, en el espacio que se le da a los artistas y en la propuesta que se ofrece al público. Sin embargo, sobresale aún más por las décadas de silencio que separaron la edición actual de la anteúltima.
Pazán Valencia formó parte de la Bienal en su rol de curadora. Lo hizo junto a Hernán Pacurucu y Paula López Droguett. La organización del evento cultural destacó la experiencia de la artista ecuatoriana en materia de proyectos culturales de mediación y Derechos Humanos y derechos de los migrantes.
La mirada de Pazán Valencia
En declaraciones con la prensa, la artista de 49 años se refirió a lo que significa para ella la Bienal de Valparaíso y a lo que dejó la realización de una nueva edición.
En primer lugar, destacó la importancia de que haya un espacio en el que se puedan visibilizar diversas cuestiones vinculadas al quehacer artístico. En este sentido, expresó que espera que la Bienal sea un punto de partida, una invitación a que se sigan generando propuestas con el objetivo de impulsar el arte contemporáneo.
Dijo que el evento fue muy importante para la comunidad de Valparaíso. Para los artistas que acudieron desde la región y desde otros lugares del país y también para el público que tuvo acceso a las obras de arte.
Pazán Valencia manifestó además que las bienales funcionan como reflejo del estado actual del arte. Y remarcó que la continuidad del proyecto es clave para poder hacer un análisis sostenido en el tiempo.
Qué es el arte contemporáneo
Otro de los aspectos centrales para Karen al momento de pensar en la Bienal se refiere a la democratización del arte: al hecho de garantizar que el público tenga acceso y que lo haga con los conocimientos necesarios.
La artista y curadora cree que el arte contemporáneo contiene el pensamiento de una época: de la actual. Y que refleja la cultura en la que se desenvuelve la sociedad. En este sentido, trabajar para que las personas tengan acceso al arte es una manera de permitirles comprender la época en la que viven.
Karen opina que, en la actualidad, el arte contemporáneo se encuentra disponible para unos pocos privilegiados. Y que se debe revertir esto a través de la democratización del acceso y la educación.
Se trata, en definitiva, de brindar las herramientas necesarias para que todas las personas puedan comprender el arte contemporáneo. De esta manera, lo que se pone en juego es también el entendimiento histórico de una época.