La restitución se dio en el marco de “Abrazo a la Democracia”, el acto que el Gobierno de Brasil organizó como conmemoración en el segundo aniversario de los actos golpistas. Lula da Silva brindó un discurso en el que afirmó que el arte y la cultura portan la historia y la memoria de un pueblo.
Excelente noticia para el arte latinoamericano: el Gobierno de Brasil restituyó las 21 obras que fueron dañadas durante los actos golpistas de enero de 2023. El conjunto comprende pinturas, esculturas, un reloj y un ánfora. Todas las piezas fueron restauradas gracias a un trabajo inmenso que implicó a decenas de profesionales. Ahora se encuentran de regreso en la colección de la Presidencia de la República.
Un acto simbólico
El 8 de enero de 2023 se vivió uno de los hechos más graves para la democracia latinoamericana de los últimos tiempos: el Asalto a la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia.
El episodio fue protagonizado por partidarios del expresidente Jair Bolsonaro. Y tuvo lugar apenas unos días después de que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera como nuevo mandatario de Brasil.
Durante los disturbios se robaron y dañaron una importante cantidad de obras de arte y objetos de valor. A 2 años de los acontecimientos, el Gobierno de Brasil presentó 21 piezas artísticas que fueron restauradas y ahora se encuentran de regreso en la colección de la Presidencia de la República.
La presentación de las obras restauradas se dio en el marco de “Abrazo a la Democracia”, un acto simbólico que se realizó con motivo del segundo aniversario de los sucesos antidemocráticos.
Las obras
El conjunto de piezas restauradas comprende pinturas, esculturas, un reloj y un ánfora. Del total de obras recuperadas, hay 2 que sobresalen entre las demás por los daños que recibieron y por haberse convertido en símbolo de la invasión al Palacio del Planalto.
Una de ellas es el cuadro “Las Mulatas” (1962). Pintada por Di Cavalcanti, la obra presenta un tamaño considerable: mide 3,43 metros de ancho y 1,12 de alto. Durante los actos vandálicos, sufrió un total de 7 puñaladas que ocasionaron daños de gravedad.
Otra es el reloj suizo que Balthazar Martinot y André Boulle fabricaron en el siglo XVII. Es una de las piezas más antiguas de la colección de la Presidencia y llegó a Brasil gracias a un regalo que le hizo la Corte de Francia a Dom João VI, rey de Portugal.
La restauración del reloj se dio en el marco del Acuerdo de Cooperación Técnica con la Embajada de Suiza en Brasil. El país europeo se hizo cargo del trabajo, que no implicó gasto alguno para el gobierno brasilero.
El reloj se envió a Suiza y regresó completamente restaurado menos de un año después. Pietro Lazzeri, embajador suizo en Brasil, expresó que su país se encuentra orgulloso de haber colaborado con los esfuerzos de la nación sudamericana por recuperar el patrimonio histórico y cultural dañado.
El trabajo
Las 20 obras restantes fueron restauradas en un laboratorio especializado que se ubica en el Palacio de Alvorada. Las tareas involucraron a casi 50 restauradores y demandaron más de 1760 horas de trabajo.
El desafío de restaurar las obras dañadas se dio en el marco de un acuerdo de cooperación técnica que involucró a la Universidad Federal de Pelotas, a la Universidad de Brasilia y al Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional.
El proyecto también sirvió para que unos 500 estudiantes de escuelas públicas pudieran vivir una experiencia educativa patrimonial. Los restauradores que lograron la recuperación de las obras además incluyen a jóvenes estudiantes que fueron becados.
La democracia y la cultura
Durante “Abrazo a la Democracia”, Lula da Silva brindó un discurso en el que se refirió a la necesidad y la importancia de apostar por los procesos democráticos y de defender esta forma de organización social y política frente a actos golpistas.
En relación a las obras de arte dañadas, Lula dijo que la restauración fue posible gracias a la misma democracia, que sabe que el arte y la cultura portan la historia y la memoria de un pueblo.
Janja Lula da Silva emitió una declaración similar. La Primera Dama expresó que el arte es una herramienta que mantiene viva la memoria y la historia del país.