El año pasado, Sandra Gamarra se convirtió en la primera artista extranjera en representar a España en la Bienal de Venecia. Lo hizo con una exposición que sintetiza sus destrezas técnicas y los ejes centrales de su producción.
Sandra Gamarra es una de las representantes más destacadas del arte latinoamericano a nivel internacional. Nació en Perú y vive desde hace años en España. En 2024 representó al país ibérico en la Bienal de Venecia. Su obra es multidisciplinar y aborda cuestiones complejas como los propios mecanismos del mundo del arte y los legados del colonialismo en la cultura y las expresiones artísticas.
Una artista extranjera
Guillermo Garat afirma que la cuestión de lo extranjero es una de las claves principales que atraviesa toda la producción artística de Sandra Gamarra.
Lo que pocos saben es que esta condición se encuentra presente de forma concreta en la propia vida de la artista. Gamarra nació en Lima, Perú, en 1972. Desde hace poco más de 20 años reside en Madrid, y cuenta ahora con nacionalidad española.
Con sus propias elecciones de vida, Sandra se ubica en un lugar intermedio, se posiciona sobre los límites. Es extranjera en el país que elige para su residencia actual. Al obtener la nacionalidad española y acumular años en el continente europeo, también se vuelve un tanto extranjera para Perú, el territorio que la vio nacer y crecer.
Grandes logros
Sandra Gamarra recuerda que su primer acercamiento al mundo del arte contemporáneo se dio a través de los libros y las revistas que circulaban por Lima. Todavía no había llegado el fin del siglo XX y eran tiempos en los que Internet no estaba al acceso de toda la población.
Estudió Arte en la Pontificia Universidad Católica de Perú. Ya instalada en España, obtuvo un Doctorado en Bellas Artes por la Universidad de Castilla – La Mancha.
Con más de 2 décadas de experiencia, participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Sus obras forman parte del acervo de destacadas instituciones culturales, entre ellas el Museo de Arte Moderno de Nueva York y la Galería Tate de Inglaterra.
Una peruana en representación de España
Sandra representó a Perú a nivel internacional en 2 grandes Bienales, la de Venecia en 2009 y la de San Pablo en 2010.
Para Guillermo Garat, la participación más singular de Gamarra en una Bienal es la del año pasado, cuando la artista formó parte de la Bienal de Venecia pero en representación de España.
El contexto lo justifica. En 2024, la renombrada exposición internacional de arte decidió dedicar su nueva edición a la figura del extranjero en sus diversas manifestaciones. Sandra encarna la misma con su vida y también es una de las temáticas centrales de su producción como artista.
Las claves de su obra
Gamarra sobresale ante todo por su condición de artista multidisciplinar. La diversidad en su obra se manifiesta de numerosas formas, tanto en las temáticas que aborda como en las técnicas y tipos de expresión.
Trabaja con pinturas, instalaciones, esculturas, texto y video. Utiliza materiales de archivo y además es conocida por apelar a métodos apropiacionistas.
Su producción también es famosa por su fuerte componente reflexivo. Sandra aborda cuestiones como lo extranjero, los legados coloniales en el mundo del arte y la cultura, y los mecanismos de representación en museos, galerías y demás instituciones.
En ella, lo extranjero y el ejercicio del poder son cuestiones estrechas que se unen en una propuesta decolonialista. Su abordaje es complejo y evita la denuncia simple y superficial. Es una artista que se interroga a sí misma y que posibilita preguntas para los espectadores, que abre debates que se inscriben en el plano de la memoria histórica.
Una propuesta compleja
Sandra se presentó en la Bienal de Venecia de 2024 con Pinacoteca Migrante. La propuesta contó con la curaduría de Agustín Pérez Rubio, español que también conoce de cerca la experiencia de la extranjería (trabajó durante 4 años como Director Artístico del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires).
El título de la exposición pone en evidencia la contradicción que aborda la autora. La muestra se centra en un concepto occidental que durante décadas fue exportado a las colonias. El de los museos y sus narrativas tradicionales. La artista invierte lo conocido y le da protagonismo a las narrativas coloniales, silenciadas durante siglos.
La noción de migrante refleja por otra parte la propia singularidad de Gamarra como artista. Sirve como clara muestra de la destreza con la que Sandra se mueve a través de las materialidades, las técnicas y las expresiones artísticas.