On Kawara en México, la experiencia que cambió la vida y la obra del artista conceptual japonés

La relación de On Kawara y México fue de intercambio recíproco: el artista japonés fue influenciado por la cultura mexicana de la época y generó una obra que marcó a muchos creadores del país y del resto de Latinoamérica.

La estadía de On Kawara en México es un episodio singular de la historia del arte latinoamericano. Marcó un punto de quiebre para el artista japonés, quien dejó atrás sus retratos figurativos influidos por el horror de la guerra y comenzó a crear obras a partir de la contemplación y el registro de la realidad cotidiana. 

Sus inicios

On Kawara es uno de los artistas conceptuales más destacados de las últimas décadas. Es uno de los más reconocidos a nivel internacional y también de los más influyentes.

Nació en Japón en diciembre de 1932. Vivió en Kariya hasta que se mudó a Tokio en 1951. En 1959 llegó a México junto a sus padres, dando inicio a un período de su vida marcado por los viajes y por el conocimiento de diversos países.

En México, On fue a la escuela de arte y se dedicó a pintar y a explorar el país durante 3 años. Luego viajó por Estados Unidos y Francia. Finalmente, se instaló en Nueva York en 1965, y vivió en esta ciudad hasta que murió en julio de 2014.

Punto de quiebre

Fue en Estados Unidos donde On Kawara desarrolló buena parte de su obra y donde adquirió la trascendencia por la que aún hoy se lo conoce. Sin embargo, fueron sus vivencias en México las que determinaron el rumbo definitivo de su carrera artística.

Kawara ya producía obra cuando vivía en Japón. Pintaba y hacía retratos figurativos de tono sombrío y pesimista. Sus creaciones reflejaban el contexto bélico en el cual había crecido, en especial los horrores de la Segunda Guerra Mundial.

Pero todo cambió cuando llegó a México. Hideki Yukawa, seudónimo con el que a veces se presenta el artista Jonathan Hernández, explica que al principio On siguió pintando sobre los bombardeos de la guerra, aunque esto no duró mucho: pronto el japonés decidió hacer una pausa.

Es entonces cuando se produce la transformación. On empieza a viajar, a conocer México en profundidad y a afrontar la cotidianidad desde una posición contemplativa. La representación de la muerte que lo marcó en sus primeros años como artista dio lugar a un registro afirmado en la vida, de asombro por lo simple y los pequeños detalles. 

Sus series famosas

El contexto también influyó en el cambio de paradigma del artista. A finales de los años 50, México vivía un momento de efervescencia cultural. Tal es así que, incluso estando instalado en los Estados Unidos, Kawara no dejó de regresar al país.

Estuvo en 1968, año en que nacieron algunas de sus series más emblemáticas, aquellas que lo volvieron una referencia del arte conceptual y que lo definieron como un artista metódico y perseverante.

En “I Got Up”, On Kawara plasmaba instantes de los comienzos de sus días. En “I Read” hacía lo propio con lo que leía en los periódicos. En “I Went” reflejaba sus movimientos: a dónde iba. En “I Met”, por último, registraba a cada una de las personas que veía en su día a día. 

El ocio como forma de productividad

Roberta Smith, crítica del New York Times, compartió algunas de las peculiaridades de On Kawara. Escribió que casi nunca daba entrevistas y que las pocas fotografías que existen de él lo registran de espaldas. 

También recuerda que, hacia el final de sus días, ya no asistía a las inauguraciones de sus muestras. Para la crítica, Kawara sabía que su vida estaba en su obra. Y que su arte era lo que debía posicionarse en primer plano.

Hideki Yukawa destaca otra de sus cualidades más determinantes: la apelación al ocio como una forma de productividad. A través de las simplicidades de la vida cotidiana y de una observación a la altura de las circunstancias, el artista japonés creó una obra prolífica y consistente.

La impronta lúdica es lo que definió el quehacer artístico de su vida. Y este posicionamiento vital surgió, o se le presentó de forma irrenunciable, durante los años en que vivió en México.

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