Reconocimiento mundial Arte latinoamericano: ¿quién es el pintor más famoso de Brasil y cuáles son sus principales obras? 

Brasil realizó un innegable aporte a la cultura del continente con sus famosos pintores y artistas. ¿Quién fue el más destacado y por qué son tan reconocidas sus obras=

El aporte que la cultura brasileña ha hecho al arte latinoamericano es ineludible: desde escritores, músicos hasta compositores, poetas, bailarines y artistas de todo tipo que se expandieron a lo largo de todo el mundo. 

Sin embargo, en esta nota nos centraremos en el protagonismo que los pintores clásicos de la historia de Brasil han logrado desarrollar para ser reconocidos a nivel global con obras que, incluso, se podrían vender por millones y millones de dólares en el mercado de subastas. 

La pintura en Brasil, como en la mayoría de los países, nació con los primeros registros visuales de la naturaleza y el territorio, algo que tiempo después marcaría a todos los autores surgidos en esta tierra.

Los indígenas, desde hace miles de años, realizaban trabajos artísticos en cuerpos, paredes, cuevas y objetos. Sin embargo, esa técnica inicial no logró trascendencia y la pintura brasileña fue dependiente de los conocimientos llevados por conquistadores y misionarios provenientes de Portugal. 

Una de las principales obras de Cándido Portinari

Arte latinoamericano: la historia de Cándido Portinari, el pintor más famoso de Brasil

Cándido Portinari nació en 1903 y es considerado como una figura clave dentro del modernismo brasileño, un movimiento cultural de alto espectro que influyó tanto en la literatura como en las artes plásticas. 

El modernismo, la rama de la cual es originario Portinari, se adaptó a las vanguardias europeas anteriores a la Primera Guerra Mundial como el cubismo y el futurismo. Pretendía generar, además, un arraigo en la cultura brasileña con profundas transformaciones llevadas a cabo en las primeras décadas del siglo XX.

El artista cuenta con una historia un tanto particular: pasó su infancia en una estancia de café debido a sus padres, Giovan Battista Portinari y Domenica Torquato, inmigrantes italianos que salieron del viejo continente para asentarse en Sao Paulo. 

Según cuentan las distintas biografías de Portinari, la tierra oscura y el cielo azul serían dos elementos de inspiración para lo que luego serían las grandes pinturas del autor. De esta forma, el brasileño toma colores de la tierra y la naturaleza, de la misma forma que lo hicieron los indígenas desde un principio. 

El camino concreto en el arte comenzó cuando, a los 15 años, sus padres le pagaron un pasaje para que estudiara en una escuela de arte ubicada en Río de Janeiro. Allí empezó a ganar dinero por sus primeros retratos, los cuales realizaba a partir de fotografías. 

El valor de sus primeras pinturas le permitieron cubrir los costos de su clase en la escuela de arte de Río de Janeiro. 

Arte latinoamericano: las obras más destacadas de Portinari

Se estima que, en toda su carrera, el artista realizó más de 5.000 obras, un número casi inédito en relación a la cantidad de trabajos que poseen otros autores brasileños.

Algunas de sus pinturas más destacadas son: 

  • Meu primero Trabalho: en lo que fue su primer trabajo como artista, Portinari retrata a un hombre de la época de perfil, con un gorro autóctono de la zona en la cabeza. En su obra inicial se puede apreciar como el artista combina la pintura con los distintos colores y la naturaleza del lugar que lo rodea. 
  • Baile na roca: Esta obra de arte, una de las más renombradas, posee una  composición en tonos tierra, ocres, rosas, grises, negros, rojos, verdes, azules y amarillos. Además, destaca por su Textura suave y sus efectos de transparencia.
  • Meio ambiente: en esta pintura, Portinari deja entrever la relación intrínseca entre su arte y la naturaleza. Creada en 1934, retrata un paìsaje tìpico de Brasil, donde se pueden ver pájaros, árboles, una laguna y monos que coexisten entre distintas gamas de colores. 
  • Retrato de María: consta de un retrato de una mujer, llamada María, en donde Portinari sale de la comodidad de las pinturas paisajísticas y se centra en interpretar la cara de la protagonista, María. 
  • Roundelay: creada y presentada en 1932, esta pintura está basada en una historia real. Allí se puede ver una ronda de chicos que parecen estar jugando entre ellos y, un poco más lejos, otro niño que parece ser excluido. 
  • Hill: aquí se ve de vuelta la interpretación que hace Portinari sobre la sociedad. Se trata de una pintura que posee una composición en tonos terrosos (predominantes), azul, amarillo, rojo, rosa, ocre, verde, gris, blanco y negro. 
  • Índia e mulata: en este retrato, Portinari recrea a dos mujeres señaladas como “India” y “Mulata”. Se encuentran una al lado de la otra, en medio de un paisaje de tierra que combina distintos colores como el gris, azul, blanco y ocre. 
  • Flautista: fue publicada en 1958 y es una obra particular porque incluye la música, un factor inédito que no se encuentra presente en todas las pinturas del autor.