Mano pintando un cuadro abstracto con formas geométricas en tonos rojos, azules y naranjas.

La curadora Carla Barbero habla sobre la función del arte contemporáneo

Barbero cuenta con más de 2 décadas de trayectoria profesional. Piensa la curaduría como un trabajo que se lleva a cabo en colaboración con los artistas. En su caso personal, elige relacionarse con artistas contemporáneos vivos.

Carla Barbero ocupa en el mundo del arte latinoamericano un lugar importante. Se lo ganó gracias a su rol como curadora en Argentina. Trabajó durante años en el Museo Moderno y ahora se desempeña en el área de artes visuales del Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. Confiesa que su mayor interés al ejercer la curaduría se encuentra en el desafío de generar pensamiento.

Una profesional destacada

Guillermo Garat define a Carla Barbero como una de las curadoras más destacadas de la Argentina. Explica que conocer sobre ella, saber qué dice y qué opina, habla de su vida y también del estado actual de todos aquellos ámbitos en los que la profesional se desempeña. Es decir, el mundo del arte contemporáneo. 

Barbero nació en 1978 en la provincia de Córdoba. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Tras graduarse, continuó formándose y realizó una especialización en Procesos y Prácticas de Producción Artística Contemporánea, en la misma institución universitaria. 

Comenzó su trayectoria profesional en su provincia natal. Trabajó en numerosos espacios culturales, entre ellos el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa y el Centro de Arte Contemporáneo Chateau.

Ya en Buenos Aires, Barbero se desempeñó durante 5 años como Jefa del Departamento de Curaduría del Museo de Arte Moderno. Allí impulsó muestras de renombrados artistas como Elda Cerrato, Alberto Goldenstein y Delia Cancela.

Desde el 2024, trabaja como curadora de artes visuales en el Centro Cultural Recoleta. Además ejerce la docencia, en el Departamento de Artes de la Universidad Torcuato Di Tella, como profesora de Prácticas Curatoriales.

Un estilo singular

Carla Barbero indica que la curaduría es una profesión que puede presentar numerosas formas. Desde su punto de vista, una primera división se produce entre 2 tipos de curadores. Los que parten de la investigación de un objeto de estudio determinado y los que desarrollan proyecto a partir de la vinculación con los artistas.

En verdad existen tantos tipos de curaduría como curadores que ejercen la profesión. Guillermo Garat asegura que Barbero se inscribe en el segundo de los grandes grupos mencionados. Y agrega que lo hace con un estilo único y singular.

Carla confiesa que su mayor interés como curadora es generar pensamiento. Pero el mismo se produce primero a partir del vínculo con el artista, y luego con el concepto o idea. 

Para ella, la curaduría es un trabajo en equipo, cuya clave se encuentra en la colaboración directa con los creadores. En este sentido, aclara que para ejercer su profesión elige vincularse con artistas contemporáneos vivos.

También aclara que su forma de trabajar explica por qué realizó pocas curadurías en espacios privados o comerciales como las galerías. Siempre que lo hizo, se debió a que los proyectos surgieron a partir de artistas que se acercaron a ella y que ya conocía de antes.

Para qué sirve el arte

Barbero considera que el arte en la actualidad no tiene ninguna utilidad. Separa todo tipo de práctica artística de una función social, de transformación a gran escala.

Pone énfasis sin embargo en que todo artista puede tener una circulación. Y derecho a inscribirse en la lógica del mercado. Cuando dice que el arte debe posicionarse en contra de la utilidad, se refiere a que las creaciones no deben responder a las demandas comerciales, buscando el beneficio económico como primer objetivo.

El rol transformador del arte, desde su mirada, ahora se presenta en escala reducida. Carla opina que se trata de crear por fuera del sentido común, buscando despabilar a las personas y fomentando una toma de conciencia ante la alienación.

Los museos y el estado del arte en Argentina

De sus 2 décadas de experiencia profesional, Barbero destaca la capacidad de los artistas de organizarse y crear espacios autogestionados para la circulación de obras, para el intercambio de ideas e incluso para la formación.

Si bien se desempeña en instituciones culturales, reconoce que estos espacios deben aprender sobre la manera de autogestionarse de los artistas. Cree que museos, galerías y demás espacios deben adoptar nuevas visiones institucionales. 

Barbero asegura que la simple existencia de museos y acervos resulta insatisfactoria. En su opinión, estas instituciones deben acompañar con propuestas que abarquen la participación de los artistas y también de las comunidades en general.

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