Liliana Porter vive en Nueva York desde 1964. Sin embargo, confiesa que sus referencias culturales más importantes siguen siendo las que recibió cuando vivía en Argentina. En la actualidad, está presentando una retrospectiva en Madrid y dentro de unos meses hará lo propio en Buenos Aires.

Liliana Porter es una de las figuras más consagradas del arte latinoamericano. Cuenta con casi 70 años de trayectoria profesional y continúa trabajando de manera incansable. Ha realizado más de 450 exposiciones en 40 países distintos. Y es conocida por sus capacidades en pintura, grabado, dibujo, instalaciones, video y fotografía, entre otras expresiones.

Sus inicios

Liliana Porter nació en 1941 en Buenos Aires, Argentina. Creció en un contexto familiar en el que el arte estaba muy presente: su madre era poeta y grabadora y su padre era cineasta.

Cursó la primaria en la Escuela Nacional Manuel Belgrano y luego estudió en lo que entonces era la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. En paralelo a su formación académica, asistió a talleres de grabado dictados por Fernando López Anaya y Ana María Moncalvo, quienes fueron muy influyentes para ella.

Siendo adolescente se mudó a México. Allí, en 1958, realizó su primera exposición individual. Estudió en la Universidad Iberoamericana y también se formó con artistas como el colombiano Guillermo Silva Santamaría y el alemán Mathias Goeritz.

Claves de su obra

En 1964, Liliana Porter llegó a Estados Unidos, país en el que reside desde entonces. Si bien hace ya 60 años que vive en Nueva York, la artista confiesa que sus referencias culturales más destacadas siguen siendo las primeras, aquellas que absorbió cuando estudiaba en Argentina.

Pero Porter también sostiene que los puntos de referencia se amplían. Dice que Nueva York es un centro de múltiples referencias culturales. Y esta apertura a lo diverso se manifiesta en su obra, que está compuesta por trabajos en pintura, dibujo, grabado, instalaciones, video y fotografía, entre otras formas de expresión artística.

También se expresa en la diversidad de temáticas que propone. Precursora en el arte conceptual, Porter trabaja con la noción del tiempo, del sentido de la vida y con los límites entre realidad y ficción. El humor es otro de los componentes esenciales de su obra: para ella, es lo que permite a los seres humanos afrontar una realidad en la que no hay respuestas.

Su mirada del arte

Liliana Porter considera que la condición de artista implica una singularidad, una mirada única. Cree que el artista ve la realidad a través de una lente que permite observar las cosas como si se miraran por primera vez. Lo que hace que estas cosas se vuelvan más esenciales y posibiliten otro tipo de relación con el mundo real.

La pintora y grabadora argentina apuesta por un arte que se entienda y enfatiza la dificultad que requiere el ser claro, al menos en su obra y en su caso como creadora. También cree en la renovación permanente, lo cual en parte funciona como impulso para continuar trabajando.

Para ella, lo más importante es que una obra genere pensamientos, que posibilite otras ideas. Consultada sobre qué consejo le daría a los artistas jóvenes, responde que la clave está en que lo que se haga sea verdad. En el sentido de que una obra sea auténtica y sea producto de una singularidad.