Yolanda López fue pintora, grabadora, collagista y productora de cine, entre otras cosas. Su obra está marcada por una línea conceptual crítica en materia de derechos civiles y feministas. Durante toda su trayectoria, combatió estereotipos de distinto tipo y puso en cuestionamiento valores del status quo. La gran serie de la Virgen de Guadalupe es uno de los mayores íconos de su carrera.
Yolanda López nació en Estados Unidos, pero sus raíces familiares la vinculan al arte latinoamericano. Referente del Movimiento Chicano, fue una artista que se involucró con el contexto político de su época. Activista y feminista, adquirió trascendencia internacional por su serie de pinturas en las que reinterpreta la imagen de la Virgen de Guadalupe. Murió a los 79 años, pocos días antes de su primera exposición individual en un museo.
La biografía
Yolanda Margaret López nació el 1 de noviembre de 1942 en San Diego, Estados Unidos. Su origen chicano se encuentra en que fue nieta de inmigrantes mexicanos. Nunca renegó del mismo y siempre lo tuvo presente tanto en su obra artística como en su involucramiento político.
Creció junto a su madre, sus hermanas menores y sus abuelos maternos. Tras finalizar la escuela secundaria, se mudó a San Francisco y comenzó sus estudios universitarios. Promediaba la década de 1960 y López viviría lo que ella misma definió como su despertar político.
Se involucró en manifestaciones de protestas por la guerra de Vietnam y en el Movimiento Chicano. También formó parte de la organización estudiantil Frente de Liberación del Tercer Mundo. Además de una participación política activa, Yolanda encontró un espacio para su expresión artística, y creó algunas de sus primeras obras conocidas.
Durante los años 70, López regresó a San Diego y cursó estudios de Pintura y Diseño en la universidad local. También obtuvo una maestría en Bellas Artes en la Universidad de California.
La gran serie Guadalupe
Fue mientras cursaba su maestría que López gestó su serie de obras más famosas: el tríptico de pinturas que resignifica la imagen de la Virgen de Guadalupe a través de la figura de la propia Yolanda, de su madre y de su abuela.
López recuerda que muchos de sus profesores no eran cristianos. Y que ella era la única estudiante de origen latino de la clase. Por lo tanto, tuvo que explicar el concepto: quién es la Virgen de Guadalupe, qué representa para México y qué buscó con la sustitución por otras imágenes conocidas.
Fue el comienzo de la gran serie Guadalupe y también su primera reinterpretación desde una perspectiva feminista. Las obras se volvieron de las más icónicas del Movimiento Chicano y son las más representativas de toda la trayectoria de Yolanda.
La propia artista encontró en esta reinterpretación una manera de manifestar su atracción por el arte conceptual y el feminismo. Al mismo tiempo, halló una forma de expresar sus posicionamientos políticos.
Yolanda continuó trabajando con la imagen de la Virgen a lo largo de su carrera. Siempre reinterpretándola y poniendo en cuestionamiento sus orígenes coloniales y patriarcales. También apeló a otras figuras religiosas, como diosas precolombinas y griegas, con la misma intencionalidad.
Una muestra merecida
Yolanda López trabajó de forma incansable a lo largo de su vida. Su trayectoria artística cubre un período de más de 50 años. Y sus obras forman parte de exposiciones y colecciones permanentes. Sin embargo, la artista nunca experimentó en vida una exhibición individual en un museo.
Estuvo cerca de hacerlo. En 2019, desde el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego se acercaron a ella con dicho objetivo. López accedió y ambas partes comenzaron a trabajar en la exhibición.
La idea era que tuviera lugar en 2020, pero la pandemia de coronavirus impuso un cambio de planes. Para el año siguiente, la artista chicana se encontraba luchando contra un duro cáncer de hígado. Y falleció el 3 de septiembre, pocos días antes de la exhibición.
La muestra se llevó a cabo bajo el título “Yolanda López: Retrato de la artista”. Reunió un total de 50 piezas creadas durante las décadas del 70 y 80. Además de dar cuenta de su talento y su trabajo incansable, refleja su compromiso con sus orígenes chicanos y latinoamericanos, y también su activismo en materia de derechos civiles y feminismo.