Varinia Brodsky afirma que el Bellas Artes de Chile se sostiene sobre 3 pilares: la colección del museo, sus diversos públicos y los artistas. Una de las claves de su gestión como directora radica en lograr un diálogo entre cada una de las partes.
Varinia Brodsky es la directora de uno de los espacios más importantes del arte latinoamericano: el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Es artista visual y gestora cultural. Cuenta con una extensa trayectoria como curadora y como coordinadora de proyectos artísticos y culturales. Concibe a los museos como espacios políticos y articuladores sociales.
Una formación sólida
Varinia Lucía Brodsky Zimmermann nació en octubre de 1977 en Santiago de Chile. Su padre, Ricardo Brodsky, era embajador de Chile en Bélgica. Esta y otras circunstancias hicieron que Varinia creciera en un entorno en el que la política y la cultura ocupaban un lugar protagónico.
Desde muy joven supo que quería dedicarse al arte. En 1996 ingresó en la Universidad de Chile. Tomó clases con figuras como Adolfo Couve, César Osorio y Francisco Brugnoli. Y egresó como Licenciada en Artes con mención en Pintura.
Luego obtuvo una Maestría en Museografía y Exposiciones en la Universidad Complutense de Madrid. También es egresada del Máster de Gestión y Emprendimiento de proyectos culturales en la Universidad Internacional de La Rioja, en España.
Su trayectoria profesional
Sus comienzos profesionales se dieron en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. Varinia ingresó como curadora en 2006 y luego se desempeñó como coordinadora general entre 2008 y 2015.
Luego fue convocada por el Ministerio de las Culturas. Varinia Brodsky trabajó como coordinadora nacional del área de artes visuales. Entre sus logros de la época se encuentran que fue comisaria del pabellón de Chile en la Bienal de Arte de Venecia en 2 oportunidades (2017 y 2019).
En 2022 llegó al Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Lo hizo para asumir un nuevo cargo: el de la coordinación artística de la institución. Fueron apenas unos meses, ya que pronto debió hacerse cargo de la dirección del espacio cultural.
La dirección del Bellas Artes
A comienzos de 2023, Fernando Pérez Oyarzún renunció a la dirección del museo. El 1° de mayo, Varinia asumió como directora interina, haciéndose cargo de las funciones hasta que se nombrara al reemplazante oficial.
En declaraciones con la prensa, Brodsky sostuvo que jamás se imaginó que sería la directora del Bellas Artes. Y que se presentó al concurso público sin grandes expectativas.
Su nombramiento es histórico porque es la primera mujer que ocupa la dirección del museo desde la vuelta de Chile a la democracia. También es la tercera directora en los 144 años de historia de la institución: la antecedieron Lily Garafulic y Nena Ossa.
Al momento de asumir oficialmente en el cargo, Varinia manifestó que piensa en el museo como un espacio abierto y dinámico que estimula el pensamiento crítico. También enfatizó el carácter público y nacional del espacio y remarcó el rol que ocupa como referente en el arte latinoamericano contemporáneo.
Claves de gestión
Varinia Brodsky considera que los museos son espacios políticos que ejercen un rol destacado en la articulación social. También concibe el arte como algo fundamental para la transformación sensible de los individuos.
Son algunos de los pilares fundamentales que tiene como artista y gestora cultural. Se complementan con otros valores que son propios de su constitución identitaria y que a la vez responden a las circunstancias contemporáneas.
Desde su rol de directora, Brodsky comparte una perspectiva inclusiva y feminista. Tal es así que entre sus objetivos al frente del museo se encuentra la idea de visibilizar el trabajo de artistas mujeres incorporando sus obras y sus miradas en la programación.
La especialista de 47 años también apuesta por la construcción de vínculos expansivos. Con los artistas, con el público del museo y también con otras instituciones, tanto a nivel local como a internacional en la región de América Latina.
La integración de diversidades se manifiesta además en los rangos etarios. Brodsky, en este aspecto, apuesta por la presencia de los jóvenes en los museos y destaca su importancia diciendo que representan aproximadamente la mitad del público del Bellas Artes.
