Millonaria subasta

Atención: esta es la pintura más cara de todo el arte latinoamericano

El arte latinoamericano compite con el arte europeo por el valor de sus obras. Tanto en el continente como en el exterior, los artistas latinos venden sus trabajos por millones y millones de dólares. 

El arte latinoamericano se destaca por sus innumerables expositores y sus obras de arte que, a lo largo de toda la historia, recorren todo el mundo con miles de fanáticos y sin nada que envidiarle a los retratos de Europa. 

En este marco, ¿cuál es la pintura más cara de América Latina?

La historia de Frida Kahlo, la artista mexicana que quedó en la historia como una de las representantes más importantes del arte latinoamericano, todavía continúa vigente. 

Se trata de una pintora mexicana reconocida por sus autorretratos, un tipo de filosofía que se dejaba traslucir a través de un mecanismo de catarsis donde ella misma era la voz y la imagen de sus obras de arte que tenían como objetivo representar a la mujer en la modernidad y sobre, todo, elevar la identidad mexicana dentro de la cultura. 

Lo que no muchos saben es que Kahlo, en un principio, imaginaba su futuro lejos de la pintura: la artista, que por entonces era una simple adolescente, tenía el deseo de oficiar como médica. 

Sin embargo, la herencia de su padre en torno al arte fue más fuerte y, quien en un futuro expondría sus mejores obras ante todo el mundo, comenzó a practicar su habilidad en la Casa Azul, un hogar, un universo íntimo, donde ella convivía con sus familiares.

Frida Kahlo, un ícono de su época

La inspiración máxima de Frida, que la llevó a realizar la pintura más cara de toda Latinoamérica, se dio por su inspiración en el folklore mexicano y elementos de la naturaleza que al día de de hoy los aficionados ven presentes en cada uno de sus trabajos. 

Pintura, paisaje, naturaleza, identidad y la fuerza de las mujeres, son algunos de los componentes que llevaron a la artista al plano de la trascendencia. 

¿Cuál es la pintura más cara de todo el arte latinoamericano

La pintura más cara del arte latinoamericano es la titulada como “Diego y yo”, una obra de arte que fue subastada en Nueva York por más de 35 millones de dólares. 

Se trata de una obra de 30 centímetros por 22,4 y es la última obra de la mexicana: fue completada en 1949, cinco años antes de su muerte.

Representa, con la sensibilidad que la caracteriza, el amor que Frida Kahlo tenía por Diego Rivera, un autorretrato que muestra amor, angustia, lagrimas y el pensamiento sobre el otro a través de los tres ojos graficados en la obra.

El amor de Kahlo y Rivera nació, justamente, por el arte, después de que ella le pidiera que criticara uno de sus trabajos. De esa manera comenzaría una de las relaciones más históricas e icónicas dentro del mundo del arte en América Latina. 

Además de la habilidad por la pintura de ambos, destacaron también por su historia amorosa: se casaron poco después de conocerse, se divorciaron en 1939 y volvieron a casarse al año siguiente. 

La obra, como puede verse, es explícita a la hora de hablar de Rivera: muestra a la mujer, con lágrimas en los ojos, compungida, y, en la frente, un Rivera con rostro serio. En el retrato, ambos cuentan con tres ojos.

Para los fanáticos y aficionados, esto representa el vínculo mental entre la pareja y los pensamientos que se entrecruzaban entre uno y otro. Representa, según dicen, la naturaleza del amor entre el hombre y la mujer. 

El dueño de la obra de arte es el empresario argentino y multimillonario Eduardo Constantini, quien adquirió la pintura en una subasta llevada a cabo en Nueva York.

Allí, Constantini compró el autorretrato por un valor de US$34,9 millones, lo que hata el día de hoy se considera como la subasta más cara entre todas las subastas realizadas para obras de arte en Latinoamérica. 

Frida Kahlo fue homenajeada innumerables veces tras su fallecimiento.

Otras pinturas caras del arte latinoamericano

Además de “Diego y yo”, Frida Kahlo fue protagonista y realizadora de otros proyectos que luego serían subastados por cifras irrisorias dentro del mundo del arte, únicamente comparables con las mejores pinturas de toda la historia.

A través de la obra “Raíces”, Frida llevaría a cabo una pintura que luego, 50 años más tarde, sería vendida por más de 6 millones de dólares en Sotheby’s, una casa de subastas que generalmente ofrece obras de arte y otros objetos coleccionables. 

Se repite, en este caso, el formato de autorretrato: una imagen donde se puede ver a una Kahlo de pelo largo, con un vestido naranja, cara de preocupación y cubierta por hojas verdes, lo que representa la relación intrínseca entre su arte y la naturaleza.

Se ve, en este marco, un patrón: la combinación entre el arte, el amor, los sentimientos y los elementos de la tierra, que acompañaron a la artista a lo largo de todas sus presentaciones ante el mundo.