Para Irma Palacios, el arte abstracto es una forma de plasmar una visión del mundo. La naturaleza y sus texturas son algunas de sus fuentes de inspiración. Su búsqueda actual como artista se encuentra en alcanzar el silencio y la nada.
Irma Palacios es una de las grandes figuras del arte latinoamericano contemporáneo. Referente de la pintura abstracta, la mexicana comenzó su carrera de grande. A los 82 años, se mantiene vigente y continúa produciendo. Sigue apostando por el minimalismo y dice que, para ser artista, hay que dedicar toda la vida al oficio.
La vocación por el arte
Irma Palacios nació en 1943 en Iguala de la Independencia, en el estado de Guerrero. Tuvo una infancia nómade. Por el trabajo de su padre, vivió en distintos lugares, hasta que finalmente se instaló en Ciudad de México.
Desde muy pequeña se mostró interesada en el arte. Quería cantar y bailar. Pero su vida siguió otro rumbo. Comenzó a trabajar en un banco y llegó a pensar en estudiar medicina y diseño de modas.
Pero la pasión por las artes plásticas que había quedado oculta irrumpió nuevamente. Comenzó a tomar clases en un taller de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, del Instituto Nacional de Bellas Artes. A la edad de 30 años, se inscribió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Por la mañana trabajaba y a la tarde estudiaba. Hasta que un maestro le dijo que, si en verdad quería dedicarse a la pintura, tenía que invertir el 100% de su tiempo en la disciplina. Palacios renunció a su empleo bancario y se volvió una artista profesional.
El arte abstracto de Irma Palacios
La pintora mexicana considera que el sentido del arte es que se conozca. Que se muestre, que circule, que sea exhibido en distintos espacios del mundo. También confiesa que pinta para mostrar lo que ella ve y para descubrirse a sí misma a través de los cuadros.
Palacios menciona entre sus maestros a Lilia Carrillo, a Vicente Rojo y a Rufino Tamayo. Sostiene que el pintor mexicano era figurativo, pero que igual tenía su propio estilo, su propio lenguaje.
Para Guillermo Garat, Irma es una de las máximas exponentes de la pintura abstracta del arte latinoamericano. Palacios construyó su obra en el marco de este género visual. Sostiene que la clave del arte abstracto es decir mucho a partir de poco. Su premisa fundamental es la de “menos es más”.
Obras, exposiciones, reconocimientos
Irma Palacios es una artista versátil. Maneja con destreza el grabado, la acuarela y el dibujo. Pero la pintura es su punto fuerte, la técnica con la que desarrolló gran parte de su carrera.
Es autora de numerosas obras que sorprendieron en México y que luego adquirieron trascendencia a nivel mundial. Algunas de las primeras son “Piel de arena” y “Frutos ocultos”. Ambas son de 1982, año en que obtuvo el primer lugar en la Primera Bienal Rufino Tamayo.
De su producción de los años 80 se destacan además “Ventana” (1985), “Travesía circular” (1987) y “Relatos, lugares” (1989). Los años 90 también fueron prolíficos para ella. Pintó cuadros como “Movimiento del viento” (1990), “Tesoros subterráneos” (1992), “Memoria abierta” (1993), “Espejismo” (1993) y “Cortezas” (1997).
A lo largo de los últimos 45 años, participó de decenas de exhibiciones tanto individuales como colectivas. Sus obras fueron expuestas en países como Estados Unidos, España, Argentina, Brasil, Chile, Francia, Italia, Cuba y China, entre tantos otros.
Guillermo Garat y el presente de Irma
Irma Palacios se mantiene activa y continúa creando a partir de la exploración de nuevos rumbos, de inquietudes artísticas renovadas. Confiesa que su deseo es ser lo más abstracta posible. Que está trabajando para alcanzar “la nada, el silencio”.
Guillermo Garat opina que Irma constituye el ejemplo perfecto de cómo la vida y el arte confluyen de forma inseparable en una persona. La propia pintora lo reconoce. Incluso agrega que si tiene vida es porque se dedica al arte.
La vejez no es un problema para Palacios. Considera que es la edad en la que los pintores y los artistas visuales son más tomados en serio.
Asume el lugar que ocupa en el arte latinoamericano contemporáneo y deja un consejo a los más jóvenes. En su opinión, es clave participar en cuanto concurso se pueda. Así es como un artista se presenta ante el mundo.