La Galería fue fundada en 1924 por Frans van Riel. Décadas más tarde fue dirigida por su hijo, quien llevó el mismo nombre. Desde 2007, se encuentra bajo la dirección de Gabriela van Riel, tercera generación de la familia.

La Galería van Riel es un hito del arte latinoamericano. Se encuentra en Buenos Aires, Argentina, y es la más antigua de la ciudad que se mantiene vigente. Este año se encuentra celebrando su centenario. Lo hace con una serie de muestras, una de ellas dedicada a Mario Pucciarelli, uno de los máximos representantes del Informalismo. 

La fundación

Frans van Riel (padre) nació en Roma en 1879. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la capital italiana. Pintor, fotógrafo y galerista, llegó a Buenos Aires en 1906, ciudad en la que se instaló de manera definitiva.

Trabajó como ilustrador en el diario La Prensa. Luego instaló un local de fotografía. Durante años, retrató a personalidades destacadas de la escena porteña. También fue uno de los creadores de la revista Augusta, una de las primeras dedicadas al arte.

En 1923 encontró un conventillo con unas 30 habitaciones y tuvo una visión: la de instalar allí una galería de arte. Al año siguiente, inauguró el espacio que lleva su apellido y que se mantiene vigente 100 años después. Fue el 7 de junio de 1924 y el propio Marcelo T. de Alvear, por entonces presidente de la nación, estuvo presente.

Una historia familiar

La primera sede de la Galería se encontraba en Florida 659. Con el paso del tiempo, el espacio se mudaría dos veces: primero a Talcahuano 1257 (en 1979) y luego a Juncal 790 (2007).

También transitó cambios en su administración, aunque siempre dentro de la órbita familiar. La muerte de van Riel (padre) en 1950 llevó a que Frans (hijo, 1921-2014) se hiciera cargo de la galería.

Hacia fines de la década del 90, Gabriela van Riel, nieta e hija de los Frans, comenzó a trabajar como galerista. En 2007, sucedió a su padre y quedó a cargo de la dirección del espacio.

Una elección de vida

Gabriela van Riel no llegó a conocer a su abuelo. Sin embargo, mantiene vivo su legado y el de toda la familia con el trabajo que lleva adelante desde hace años al frente de la galería.

Siguió adelante a pesar de las numerosas dificultades propias de las circunstancias. Y, como bien reconoce en diálogo con la prensa, no lo hizo por mandato familiar, sino por convicción propia.

De su mano, la Galería van Riel mantiene vivos los valores por los que se hizo conocida. Innovación y ruptura son conceptos que se asocian al espacio desde su misma inauguración. Lo mismo se aplica al apoyo a los artistas jóvenes.

El espacio es uno de los más emblemáticos de Argentina y todo Latinoamérica por su apuesta al arte moderno y contemporáneo. También se destaca por su continuidad ininterrumpida a lo largo de un siglo.

Exposiciones históricas

Gabriela van Riel recuerda que en 1937 la galería albergó la primera muestra individual de Juan Del Prete. También que, al año siguiente, hubo presencia de obras de Figari, Soldi y Urruchúa.

La lista de las exposiciones más destacadas de la galería es larga y se extiende a lo largo de décadas. Algunos de los tantos nombres que la integran son los de Clorindo Testa, Antonio Berni y Luis Felipe Noé.

En 1966, León Ferrari presentó la que ahora es una de las piezas más importantes de su obra: “La civilización occidental y cristiana”. Fue en el marco de la muestra Homenaje a Vietnam.

El centenario

Las muestras de este 2024 se encuentran atravesadas por las celebraciones del centenario de la galería. El año comenzó con “Desvíos”, de Ablin-Boer-Vilela. Luego continuó con “Campos magnéticos”, de Lia Porto.

La celebración oficial se hizo con la muestra Mario Pucciarelli, la cual contó con varias obras del artista nacido en Argentina en 1928 y fallecido en Italia en 2014.

La elección de Pucciarelli responde a su vez a uno de los valores más destacados de la historia de la galería: su apuesta y apoyo por el Movimiento Informal.

Surgido en Europa en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, tuvo su momento de esplendor en la década de 1950. Sin embargo, arribó y se expandió por las latitudes latinoamericanas durante los 60.

La aparición del informalismo en Argentina supuso una transformación radical. Y la Galería van Riel y Mario Pucciarelli fueron grandes responsables de esto.

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